Comienza a crear buen historial de crédito

Te enseñamos a cómo crear un crédito como estudiante revisando consejos, trampas y más cosas que te ayudarán a hacerlo fácil.

Es extremadamente importante comenzar a construir el crédito como un estudiante.

Tu puntuación es muy valiosa, ya que dicta las condiciones de los préstamos y las tarjetas de crédito que puedes obtener, las primas de los seguros que pagas, tu capacidad para alquilar un apartamento o arrendar un coche y -quizás lo más importante- tu elegibilidad para ciertos trabajos, en particular los que requieren una autorización de seguridad o implican una responsabilidad monetaria. Y, lo mejor de todo, es que todo el mundo empieza de cero.

En realidad, esto es un arma de doble filo, ya que sólo existen dos caminos desde tu punto de partida: hacia arriba o hacia abajo.

No querrás tomar la última ruta, ya que te llevaría al territorio del mal crédito y te dejaría frente a una subida aún más empinada en tu ya cuesta arriba para el éxito financiero.

Por otro lado, comenzar tu carrera crediticia con el pie derecho te pone en posición de ahorrar cientos (o incluso miles) de pesos después de la graduación.

La premisa básica de la creación de crédito es que uno debe establecer un historial de uso responsable y devolución de los fondos prestados.

Las tarjetas y los préstamos son los mecanismos más accesibles para crear dicho historial, ya que los jóvenes pueden obtener la aprobación de estos y reportan la información de la cuenta a las principales agencias de crédito cada mes.

Esta información se anota en tus principales informes crediticios, que luego sirven de base para tus puntuaciones de crédito.

¿Qué es una buena puntuación de crédito para un estudiante?

Tu objetivo debe ser graduarte de la universidad con una puntuación de crédito en el rango de 680-720.

Esto te daría un “buen crédito”, y ya hemos mencionado cómo ese estado puede ahorrarte una gran cantidad de dinero en cosas como primas de seguros, préstamos para automóviles y tu eventual hipoteca sobre una casa.

Para alcanzar estas elevadas aspiraciones, tendrás que solicitar tarjeta de crédito en tu primer año de carrera, utilizarla de forma impecable y quizás incluso complementar tu crédito disponible -reduciendo así tu utilización general del crédito.

Asegurarte de evitar las siguientes trampas en la creación de crédito para estudiantes es una necesidad absoluta, por supuesto.

Errores en la creación de crédito para estudiantes que hay que evitar

Los estudiantes universitarios cometen errores con las tarjetas de crédito.

Esa es la narrativa común, y debe haber algo de verdad en ella o de lo contrario los padres no serían tan aprensivos acerca de sus hijos y el plástico. Pero los errores pueden evitarse, y los siguientes consejos te ayudarán a mantenerte en el buen camino.

Solicitar demasiado:

Solicitar demasiadas tarjetas de crédito en un corto periodo de tiempo es perjudicial para tu solvencia y dificultará tus esfuerzos por abrir una buena cuenta, ya que ese comportamiento indica una molesta urgencia por conseguir más poder adquisitivo.

Así que, si no te aprueban una tarjeta de crédito para estudiantes después de presentar un par de solicitudes, ve a lo seguro y haz un depósito en una tarjeta de crédito garantizada.

Obtener demasiadas tarjetas de crédito:

Es mejor mantener las cosas simples al principio de tu carrera crediticia.

Así que, aunque te sientas tentado a abrir varias tarjetas para reunir suficiente poder adquisitivo o para ganar bonificaciones de registro, evita el impulso hasta que hayas construido suficiente crédito para calificar para términos realmente valiosos.

Exceso de tarjetas:

La utilización del crédito, es decir, la cantidad de crédito disponible que se gasta es un componente importante de la parte de las cantidades adeudadas de tu puntuación de crédito, que a su vez comprende el 30% de tu puntuación general.

Lo mejor para tu crédito es mantener la utilización en torno al 40%.

Incumplimiento de las fechas de vencimiento:

Siempre, siempre paga tus facturas a tiempo.

Si bien es necesario que pagues la totalidad del monto adeudado para evitar los intereses, sólo debes pagar el mínimo mensual (por lo general, alrededor de $15 en el caso de las tarjetas para estudiantes) para mantenerte al día con tu factura y así continuar construyendo tu crédito.

Ignorar las facturas mensuales y los informes:

Acostúmbrate a revisar tus estados de cuenta mensuales, así como a sacar uno de tus principales informes crediticios cada cuatro meses.

Lo primero te ayudará a dejar de gastar en exceso antes de que sea demasiado grave. El segundo te ayudará a identificar errores costosos en tus informes de crédito, y ambos te ayudarán a detectar el fraude lo antes posible.