La transición hacia unas emisiones netas nulas de gases de efecto invernadero requiere un cambio sin precedentes por parte de empresas y gobiernos, así como una inversión adicional de hasta 20 billones de dólares en las próximas dos décadas. Para facilitar la transición verde de inversiones sostenibles serán necesarias políticas fiscales sólidas, complementadas por una amplia gama de políticas reguladoras y financieras.
El sector mundial de los fondos de inversión, valorado en 50 billones de dólares, especialmente los fondos centrados en la sostenibilidad, puede desempeñar un papel importante financiando la transición hacia una economía más verde y ayudando a evitar algunos de los efectos más peligrosos del cambio climático, según nuestro reciente análisis como parte del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial del FMI.
Los flujos netos hacia fondos sostenibles aumentaron notablemente.
Los fondos de inversión sostenibles se diferencian de los convencionales porque tienen un objetivo de sostenibilidad al tiempo que buscan rendimientos financieros. Dentro de esta amplia clase de fondos, algunos se centran más específicamente en el medio ambiente, y otra subcategoría se ocupa específicamente de la mitigación del cambio climático.
Gestión climática y financiación de empresas
El papel positivo de los fondos procede directamente de su capacidad para influir en el sector empresarial. A través de la gestión, que incluye el compromiso directo con las empresas y el voto por delegación, los fondos pueden lograr cambios en las prácticas de sostenibilidad de las empresas. Por ejemplo, a principios de este año, los inversores activistas sorprendieron a los sectores de la inversión y la energía al conseguir puestos en el consejo de administración de Exxon Mobil como parte de su apuesta por cambiar su estrategia climática.
El último Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial muestra cómo los fondos de inversión han intensificado su voto por delegación ante las empresas en asuntos relacionados con el clima. Los fondos de inversión convencionales votaron a favor de casi el 50% de las resoluciones de los accionistas relacionados con el clima en 2022, frente a alrededor del 20% en 2015.
Los fondos centrados en la sostenibilidad tuvieron un historial aún más sólido, votando a favor de alrededor del 60% de dichas resoluciones, e incluso cerca del 70% en el caso de los fondos con temática medioambiental.
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