05/05/2024

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¿Qué es la inversión pasiva?

¿Qué es la inversión pasiva? Conoce las ventajas y riesgos

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La popularidad de la inversión pasiva va creciendo, atrayendo a los inversionistas con la promesa de unos costos drásticamente inferiores a los de las alternativas gestionadas activamente.

Los fondos de gestión activa siguen dominando el mundo de la inversión, pero la popularidad de las inversiones pasivas aumenta rápidamente. Las cifras más recientes de la Investment Association indican que el dinero invertido en el Reino Unido en fondos indexados gestionados por computadora asciende a más de 150,000 millones de libras esterlinas.

Te explicamos lo que debes saber sobre la inversión pasiva:

 

Índice del artículo

¿Qué son los fondos pasivos?

Los fondos pasivos siguen la evolución de un mercado o índice concreto, como el FTSE 100. Además de los fondos comunes de inversión o las sociedades de inversión de capital variable (SICAV), los fondos pasivos también pueden ser fondos cotizados en bolsa (ETF). Todos ellos tienen en común que suelen poseer todos los activos del índice que siguen, o una muestra representativa.

Y lo que es más importante, la mayoría de los fondos pasivos son gestionados automáticamente, en lugar de por un gestor de fondos, lo que reduce drásticamente sus costos de funcionamiento.

Gran parte del debate entre estrategias activas y pasivas se reduce a esta cuestión. Esencialmente, si vale la pena pagar los costos más elevados de los gestores de fondos activos o si es más probable obtener mayores beneficios a largo plazo si se opta por vehículos pasivos más baratos.

Uno de los principios de inversión es que solo debes abandonar las inversiones pasivas si tienes una buena razón para ello y comprendes perfectamente el costo total en que se incurre.

 

 

Crecimiento de la inversión pasiva

 

 

Diferencia en términos de costos

En muchos casos, los inversionistas pagan comisiones anuales de alrededor del 0.75% al año por los fondos gestionados activamente. En cambio, algunos fondos pasivos cobran menos del 0.1% anual.

La diferencia entre las cifras puede parecer pequeña, pero con el tiempo su impacto en los rendimientos puede ser considerable. Tomemos el siguiente ejemplo, teniendo en cuenta que estas cifras se basan en un ejemplo simplificado y solo tienen fines ilustrativos: es muy improbable que se obtengan rendimientos constantes durante un periodo prolongado.

Supongamos que inviertes una cantidad global de 10,000 libras dólares en un fondo pasivo que paga un 0.1% al año. Suponiendo que disfrutas de un crecimiento del 4% cada año, tu inversión inicial tendría un valor de 21,493 dólares al cabo de 20 años.

Sin embargo, la misma cantidad invertida en un fondo gestionado activamente con una comisión anual del 0.75% crecería hasta solo 18,959 dólares durante el mismo periodo una vez deducidas las comisiones. Es decir, una diferencia de casi 3,000 dólares sólo como resultado de la comisión.

 

 

Costos de la gestión pasiva

Fondos activos vs. pasivos

Los detractores de la inversión pasiva afirman que los fondos que se limitan a seguir un índice siempre obtendrán un rendimiento inferior al del mercado si se tienen en cuenta los costos. Por el contrario, los gestores activos pueden obtener rendimientos superiores a los del mercado eligiendo cuidadosamente los valores que poseen.

También se suele argumentar que las estrategias de la inversión pasiva no pueden proteger a los inversionistas de los periodos de volatilidad. Al fin y al cabo, si el mercado al que sigue un determinado fondo se desploma, también lo hará el valor de la cartera.

Pero los partidarios de la inversión pasiva argumentan que muchos gestores de fondos activos no consiguen batir al mercado de forma consistente a largo plazo. Y es muy difícil elegir a los que sí lo hacen, ya que los resultados pasados de un gestor nunca deben considerarse indicativos de sus rendimientos futuros.

Dado que los mercados desarrollados como EE.UU. y el Reino Unido están tan ampliamente investigados, resulta especialmente difícil para los gestores detectar oportunidades que otros han pasado por alto, por lo que optar por un fondo pasivo podría tener más sentido. En cambio, las regiones que no son tan conocidas, como los mercados emergentes, suelen ser objeto de mucho menos análisis. En estas zonas, los mercados tienden a ser menos eficientes y muchos han sugerido que los conocimientos especializados y la experiencia de un gestor de fondos podrían ser beneficiosos a la hora de buscar activos atractivos.

 

Inversiones pasivas y activas

 

 

El auge de estrategias más inteligentes

La inversión pasiva sigue evolucionando. Muchos grupos de fondos de inversión ofrecen ETF de beta inteligente o beta estratégica, cuyo objetivo es salvar la distancia entre la inversión activa y la pasiva mediante sofisticadas estrategias de selección de valores y la construcción de índices alternativos, al tiempo que se mantienen bajos los costes.

La mayoría de los índices de referencia, como el FTSE 100, utilizan un enfoque ponderado por la capitalización bursátil, es decir, las 100 mayores empresas cotizadas del Reino Unido componen el índice. Pero un fondo smart beta centrado en el índice blue-chip utilizará filtros diferentes, por ejemplo, podría seguir los valores basándose en el valor de los dividendos que pagan.

Aunque la larga discusión entre los dos estilos continúa, podría decirse que se está pasando por alto la cuestión. Aunque las inversiones pasivas deberían ser las primeras de la lista para los inversionistas que construyen una cartera desde cero, ambas estrategias de inversión tienen su lugar.

No obstante, todas las inversiones, ya sean gestionadas de forma activa o pasiva, pueden bajar o subir de valor, y es posible que recupere menos de lo que invirtió.

 


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