28/04/2024

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Mundo del emprendimiento

Fijar objetivos de inversión

Te decimos cómo puedes fijar tus objetivos de inversión

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Los objetivos de inversión son la razón fundamental por la que inviertes y pueden ser la parte más importante de la inversión. Piensa en tu objetivo como tu destino en el viaje de la inversión: sin un lugar al que ir, solo estarás dando vueltas. Del mismo modo, sin un objetivo, estarás invirtiendo sin rumbo ni meta.

Definir la finalidad a la que sirve una cartera dicta qué tipos de inversiones se necesitan para cumplirla. A la hora de determinar tus propios objetivos de inversión, hazte algunas preguntas clave:

 

Índice del artículo

¿Cuál es la finalidad de tu dinero?

Tus inversiones pueden tener muchas finalidades, desde la jubilación hasta la financiación de una pequeña empresa, pasando por la educación de tus hijos. Al determinar el destino final de tus inversiones, te dará un verdadero impulso. No estás financiando tu cuenta solo por diversión, sino que te estás asegurando de que tu futuro yo tenga una bonita casa en la playa cuando se jubile.

 

¿Cuánto tiempo te queda hasta que necesites ese dinero?

Siendo realistas, la mayoría de nosotros seguiremos trabajando hasta bien entrados los sesenta, pero tal vez quieras retirarte antes. Un objetivo popular hoy en día es financiar una mini jubilación de tipo sabático cada diez años aproximadamente. Si tus hijos están ahora en la escuela primaria, tienes una década antes de enviarlos a la residencia. Sea cual sea su objetivo, piense cuándo querrá utilizar el dinero.

 

 

Objetivo del dinero

 

 

¿Cuánto riesgo está dispuesto a asumir para obtener rendimientos superiores a la media?

Comprender el riesgo y su tolerancia al mismo es fundamental para crear una estrategia de inversión viable. Debe tener una idea realista de su capacidad y disposición para soportar grandes oscilaciones en el valor de sus inversiones; si asume demasiado riesgo, puede entrar en pánico y vender en el momento equivocado. Por el contrario, si se toma las cosas con demasiada calma, puede perderse grandes ganancias en el mercado.

 

¿Quiere que su dinero crezca o quiere preservar su valor actual?

Si dispone de mucho tiempo, su instinto natural puede ser hacer crecer su dinero todo lo que pueda. Si no dispone de tanto tiempo, es posible que prefiera cambiar de bando y centrarse en no perder lo que tanto le ha costado ganar. Invertir para preservar el valor puede parecer contraintuitivo, pero recuerde: la cuenta de ahorro media paga algo menos del 1% de interés y la inflación suele rondar el 3%. Por tanto, aunque guarde su dinero en ahorros, puede perder valor con el tiempo.

 

¿Dónde quieres tu dinero?

Independientemente de su estrategia, cuando invierte en una empresa está apoyando sus esfuerzos como tal. Más que nunca, gracias a la transparencia que la tecnología ofrece a los inversores, la gente elige invertir en empresas que se alinean con sus valores. Existe una oportunidad absoluta de equilibrar su deseo de rentabilidad y su punto de vista ético.

 

¿Puede un inversor tener diferentes objetivos simultáneamente?

Desde luego que sí. No sienta que ha cometido un error si no puede señalar un único objetivo que se ajuste a sus metas, eso sólo significa que tendrá que aplicar estrategias simultáneas. Si tiene problemas para definir sus objetivos o estas preguntas le parecen demasiado limitadoras, aquí tiene otras consideraciones:

  • Nivel de ingresos: Los inversores con mayores ingresos pueden inclinarse más por estrategias más arriesgadas porque pueden aportar capital si sufren pérdidas.
  • Circunstancias fiscales: El impuesto sobre plusvalías es real y supone un shock para muchos. Los cambios en los ingresos pueden hacerle subir en los tramos impositivos y hacer tambalear toda su estrategia.
  • Patrimonio total: El valor de su pensión prevista o de una herencia garantizada puede influir en su tolerancia al riesgo y condicionar la elección de su cartera.

Las respuestas a estas preguntas le ayudarán a definir sus objetivos y a configurar la cartera o carteras de inversión que vaya a crear.

 

Cómo determinan los objetivos su estrategia de inversión

Hay tres características principales en las que se encuadran todas las acciones: seguridad, ingresos o crecimiento.

Las inversiones seguras, con la salvedad de que ninguna inversión es “segura”, son las que se realizan en el mercado monetario con la compra de bonos y letras del Estado. Estas inversiones suelen considerarse seguras y, a su vez, no ofrecen rendimientos muy elevados. Son un instrumento excelente para preservar el capital al tiempo que generan una tasa de rendimiento modesta.

Las inversiones de renta suelen realizarse mediante la compra de fondos de inversión, bonos y letras de empresas, rentas vitalicias o inversiones inmobiliarias. Ofrecen la oportunidad de generar una renta mensual a partir del rendimiento, que tiende a ser un poco más alto para coincidir con un riesgo ligeramente elevado.

Las inversiones de crecimiento son las que se realizan comprando acciones de empresas que cotizan en bolsa y están mejor pensadas para el crecimiento a largo plazo. El rendimiento medio de la inversión en bolsa es mucho mayor que el de otros tipos de inversión, lo que también coincide con el riesgo. Una mentalidad a largo plazo es esencial cuando se invierte para crecer.

 

 

Tipos de inversiones

 

 

Si su objetivo es el crecimiento, considere la posibilidad de promediar el coste en dólares. Con este método, puede protegerse del riesgo de invertir todo su dinero en el momento equivocado siguiendo un ritmo constante de financiación durante un largo periodo de tiempo. Al realizar inversiones periódicas con la misma cantidad de dinero cada vez, comprará más de una inversión cuando su precio sea bajo y menos de la inversión cuando su precio sea alto. Se trata de una estrategia de inversión especialmente acertada en un mercado volátil.

Con cualquier objetivo, el equilibrio es clave y sólo se consigue con un ajuste ocasional. El reequilibrio garantiza que su cartera no ponga demasiado énfasis en uno o más activos, colocándole accidentalmente en una zona de riesgo incómoda. Retirar dinero de una acción cuando va bien puede no ser fácil, pero puede ser una decisión inteligente. Al recortar los “ganadores” actuales y añadir más de los llamados “perdedores” actuales, el reequilibrio le empuja a comprar barato y vender caro.

Muchos expertos financieros recomiendan que los inversores reequilibren sus carteras cada seis o doce meses. Revisarse a sí mismo y a su cartera con regularidad es una forma estupenda de asegurarse de que va por buen camino hacia sus objetivos.